El día martes 23 de noviembre nos reunimos a través de Zoom, los religiosos asociados y equipos directivos para trabajar el tema Pacto Educativo Global. El encuentro fue animado por el H. Carlos Peña, presidente de la comisión de escuela viatoriana.

                        El H. Carlos expuso la necesidad de que toda la sociedad debe colocar la educación de calidad en el centro de su quehacer. El Papa Francisco define la educación de calidad a la altura de la dignidad de la persona humana y de su vocación a la fraternidad.  En el mensaje para el lanzamiento del pacto educativo global, Francisco cita un refrán africano que dice: “para educar a un niño se necesita una aldea entera”. Este refrán es la idea principal de esta iniciativa que nos invita a transformarnos en esta aldea global que eduque a todos los niños, niñas y jóvenes de la sociedad.   

            La elección del nombre tampoco es casualidad; se habla de pacto y no de un programa con objetivos claros a seguir. La palabra pacto convoca unión desde la diversidad por un objetivo común. Francisco recuerda y une el concepto “Pacto” al concepto bíblico de “Alianza”. Una alianza entre las distintas generaciones, las distintas culturas, entre las familias y colegios, entre el estudio y la vida.

            Afirma Francisco que estamos también en un cambio epocal; experimentamos transformaciones muy vertiginosas que se deberán afrontar con un itinerario educativo que vaya a lo profundo, a lo esencial del ser humano. El mundo debe darse cuenta de que estamos viviendo una sociedad donde prima la cultura de la egolatría y el descarte, donde se ha perdido una mirada universal en buscar el bien de la sociedad y de cada ser humano.

Para que se produzca este cambio, el Pacto Educativo global nos propone 7 compromisos:

1. Poner a la persona en el centro: Contra la cultura del descarte, poner en el centro de todo proceso educativo a la persona, para hacer emerger su especificidad y su capacidad de estar en relación con los demás.
2. Escuchar a las jóvenes generaciones: Escuchar la voz de los niños, adolescentes y jóvenes para construir juntos un futuro de justicia y de paz, una vida digna de toda persona.
3. Promover a la mujer: Favorecer la plena participación de las niñas y las jóvenes en la educación.
4. Responsabilizar a la familia: Ver en la familia al primer e indispensable sujeto educador.
5. Abrirse a la acogida: Educar y educarnos en la acogida, abriéndonos a los más vulnerables y marginados.
6. Renovar la economía y la política: Estudiar nuevas formas de entender la economía, la política, el desarrollo y el progreso, al servicio del hombre y de toda la familia humana en la perspectiva de una ecología integral,
7. Cuidar la casa común: Custodiar y cultivar nuestra casa común, protegiendo sus recursos, adoptando estilos de vida más sobrios y apostando por las energías renovables y respetuosas del medio ambiente.